lunes, 10 de diciembre de 2018

La tercera via de la moda


Entre la Alta Costura y el Listo para vestir se encuentra una alternativa de la moda, la cual existe desde hace más de 30 años y muy pocos la conocen o la comprenden.

Me refiero al Prêt-à-Couture, Demi Couture o Prêt-à-Porter Deluxe. Al menos en Guatemala no es un término popular y tal vez por ello se acostumbra a calificar de alta costura a cualquier prenda que no sea deportiva o de calle.


Y es que con la explosión de la comunicación digital la información de la moda llega en tiempo real, se conocen las tendencias del momento y mas. Las redes sociales invitan a presumir de una buena figura, un buen atuendo y por su puesto, que se note la marca del producto.

La semana de la moda en Guatemala ha cumplido su primer lustro y cada vez surgen nuevos diseñadores. Sin embargo, las marcas extranjeras siguen gobernando la tendencia de consumo en el país.

Carolina Herrera, por ejemplo, es considerada como "alta cosura" en Guatemala. Realmente no lo es, pero si es de lujo. Es decir, no es alta costura porque no cumple con los requerimientos que exige la cámara de la moda parisina, la cual protege el término Haute Couture. Tampoco es una firma de producción en masas. No obstante los precios de sus productos son altos para los guatemaltecos, lo cual la convierte en una marca casi exclusiva.

Sucede que Carolina Herrera como otras firmas ofrecen una línea de lujo con ediciones limitadas y realizadas con muy buena calidad, casi cerca a la alta costura. Además, cuentan con una categoría ligeramente más accesible de calidad estándar y más repeticiones del mismo diseño.

La primera gama forma parte del Prêt-à-Couture y la segunda del Prêt-à-Porter. Muchas marcas conocidas mundialmnte caminan por el mismo sendero. Oscar de la Renta es otro ejemplo, así también lo son casi todas las firmas italianas. Las mismas casas de Alta Costura cuentan con una línea levemente más asequible.

Y aunque ninguna de esas marcas se presenta como “demi couture”, realmente lo son. Posiblemente para no crear confusión en los clientes se siguen presentando bajo el Prêt-à-porter.

Foto: marquesa.com, Marchesa se ha caracterizado por vender productos de lujo sin ser alta costura.

¿Cómo reconocer una prenda Prêt-à-couture?
Al igual que la alta costura, la exclusividad, materiales de excelente calidad, acabados de primera y otros aspectos son factores determinantes.
La Alta Costura permite repetir un diseño, solamente uno en cada continente. La demi couture es más amplia, multiplica tenuemente sus diseños para cada sala de ventas que posean.
El trabajo artesanal es igual de importante en las dos. Pero la Semi Costura incluye elementos de la producción en masas.
El precio de las prendas de alta costura oscilan desde los 50 mil a 300 mil dólares estadounidenses aproximadamente. En la segunda categoría los precios rondan desde  los mil dólares y no superan los 50 mil dólares. (para formarse una idea de los precios viste Neiman Marcus)

Considerando las condiciones herméticas impuestas por la cámara de la moda francesa muchos diseñadores han buscado alternativas para presentar productos de buena calidad y de cierta exclusividad. Esta es la razón que llevó al nacimiento del Prêt-à-couture mas o menos en la séptima década del siglo pasado.

Y ante el auge del listo para vestir las casas de alta costura so pena de extinción total, también decidieron ofrecer una gama más accesible económicamente.

Por ello, esta tercera vía de la moda puede ser la mejor alternativa para aquellos diseñadores guatemaltecos en busca de ofrecer calidad y casi exclusividad.

lunes, 2 de abril de 2018

Ropa de segunda mano: ¿moda o necesidad?

Después del terremoto de 1976 en Guatemala, además de carencias alimenticias y de vivienda, hubo necesidad de vestimentas, esto provocó la venta de ropa de segunda mano. Tres décadas después, algunos de éstos comercios cuentan con locales formales y son visitados por algunos amantes de la moda.

Para 1997, una nota del diario Prensa Libre informaba del auge de "las pacas" (mote usado popularmente para referirse a la venta de ropa usada), con una presencia notable en al menos 15 de los 22 departamentos del país.


Actualmente, éstas ventas ofrecen también accesorios y artículos para el hogar. Negocios exitosos como Megapaca, no solo tienen sucursales, además están acondicionados con parqueo.
                                    foto: megapaca, vista interior de las Megapacas

Promocionan los productos en sus vitrinas, con volantes y publicidad en redes sociales. Recientemente, Megapaca cerró una convocatoria para invitar a crear la nueva pubilcidad de la empresa ofreciendo premios como incentivos al ganador.  

De acuerdo con la nota del citado rotativo, el volúmen de las importaciones de ropa de segunda mano en el país ha aumentado en un 75 por ciento en los últimos años.

Controversia
No obstante, éstos lugares siguen siendo objeto de desconfianza para algunos debido la insalubridad que podrían presentar.

Antes de salir de Estados Unidos, las pacas son fumigadas aparentemente. Pero las condiciones en las que las prendas son exhibidas deja muchas dudas sobre algún control sanitario.

Generalmente, estas ropas se muestran arrugadas y malolientes. En los comercios más modestos las amontonan en el piso o en cajas.


                                                         foto: fabricateandmira

Impetigo, sarna y hongos son algunos de los padecimientos cutáneos que se pueden transmitir mediante los tejidos o por contacto directo de piel a piel.

Además los fabricantes locales de ropa y vendedores de prendas extranjeras nuevas han señalado de "competencia desleal" la presencia de las pacas de acuerdo a su exigua o nula imposición arancelaria.

Lea también: Guatemala es un basurero de la moda

La moda de la paca
Sin mebargo, la paca es moda para aquellos guatemaltecos en busca de "tesoros". Las revistas de moda dan consejos de cómo buscar prendas valiosas.
 

Estas son aquellas de poco uso y con etiquetas de marcas famosas. No hay que confundir éstos negocios con las tiendas "vintage".
 

Se destaca el ahorro económico como un beneficio, el hecho de no encontrar ropa repetida como un extra a la exclusividad y originalidad.
Aun así, alertan de no comprar atuendos íntimos y preferir visitar tiendas de cierto prestigio.

¿Moda ecológica?
Mientras en América Latina el negocio de las prendas usadas son dirigidas a las clases pobres y sus condiciones pueden representar ciertos peligros a la salud, en países como Alemania ven en la ropa de segunda mano una opción sustentable.
 

Según una nota de la DW hay más de 10 mil tiendas de éste tipo en territorio germano. Los compradores llegan motivados por los precios bajos y por conciencia ecológica.
Resaltan el caso de una viuda y jubilada, quien recibe ropa de amigos y familiares. Ella vende las prendas los fines de semana y ve ésta actividad como un pasatiempo. Cuando llega alguien muy necesitado le regala las ropas. Y aunque sus ingresos son mínimos, la jubilada debe rendir cuentas al fisco.


sábado, 10 de marzo de 2018

El asfixiante mundo demiúrgico de un "Couturier"

Phantom Thread (El Hilo Fantasma) es la más reciente producción cinematográfica sobre el universo de la moda. Reconocida por la crítica como una obra de arte y ganadora de diferenentes premios, entre ellos, el Oscar al mejor diseño de vestuario. No obstante, el filme resulta para algunos un tanto aburrido y confuso.

Quien espera ver en Phantom Thread el lado conocido de la moda, se estrellará con algo totalmente diferente. Y es que ésta cinta cuenta con una estructura literaria compleja con una perspectiva hacia el interior y lo privado de la vida de un Costurero ya cimentado en su éxito y prestigio durante los años dorados de la Alta Costura.

Muestra la obsesión por la perfección y la emulación de la belleza absoluta que deben materializarse en un vestido. Paralelamente, el personaje principal, Reynolds Woodcock (el diseñador) permanece en un inerte y permanente luto por la pérdida física de su madre.

La hermana de Reynolds, Cyril, vive con él en una mansión y le ayuda en la administración financiera del negocio. En medio de ese ambiente funerario, Alma, una joven bella, de recursos más modestos y de carácter fuerte se cruza en sus vidas.

Enredado en sus prisiones supersticiosas, Reynolds integra a ésta chica a veces como su pareja sentimental y como su maniquí. Sin embargo, las personalidades de ambos son opuestas y disonantes.

La película se centra en la fuerte incapacidad de Reynolds por exteriorizar sus sentimientos y la lucha de su amada por no convertirse en un ornamento más de la mansión y para ello doblegará al gran señor de la moda despojándolo de la salud de su cuerpo para poder encontrar su alma.

El trabajo del director-productor Paul Thomas Anderson, sin duda es fascinante así como la calidad actoral de los intérpretes (Daniel Day-Lewis, Lesley Manville y Vicky Krieps), entre otros aspectos.

Es una obra fuera del cliché cuya historia nos revela lo difícil que es para el ser humano socializar y manejar episodios sentimentales de fuerte impacto y a la vez mantener la lucidez profesional en el trabajo.


Avances de Phantom Thread

domingo, 11 de febrero de 2018

Los símbolos de la moda

La elección de nuestra vestimenta y arreglo personal a menudo resulta en un acto cotidiano sin considerar el mensaje enviado a los demás. Alguna vez Honoré de Balzac dijo "el hombre que en la moda solo ve moda, es un tonto".

En la antigüedad, los atavíos y ornamentos respondieron a lo utilitario debido a los rigores del clima, a la necesidad de defensa ante el ataque de enemigos o bestias. Además conocemos el concepto religioso monoteísta del pudor, o bien los adornos como amuletos o talismanes contra poderes mágicos.

Sin embargo, hay evidencia del significado sexual del vestido. Según John C. Flügel ha existido un deseo de reforzar la atracción sexual y de atraer la atención sobre los órganos genitales. Este  cortejo sexual también se da en todos los animales.

Y es un análisis vigente en la actualidad, posiblemente mas fuerte en comparación al pasado. El indumento apoyado en la moda hace un juego dual entre lo visible y lo invisible al ojo.

Al respecto, Nicola Squicciarino en su libro "El vestido habla" señala que "El vestido femenino se hace sexualmente más seductor  y provocativo  que el propio desnudo" al referirse sobre las prendas seductoras femenidas como la minifalda, atuendos ceñidos a la silueta, así como el contoneo del cuerpo y el uso de zapatos de taco alto para acentuar las nalgas.

"Jugando con la transparencia y la alusión, los vestidos femeninos adquieren de esa forma, ese toque de misterio que hace que el cuerpo tenga una importancia mayor y que actúa de forma más eficaz sobre el deseo y la curiosidad del hombre", indica Squicciarino.

Roland Barthes concuerda con éste concepto al decir que la mujer seduce dejando entrever lo oculto.

La misma Coco Chanel conocía ese juego de seducción cuando redirigió la mirada del hombre hacia las pantorrillas femeninas con su revolucionario vestido tubo de los años 20. Exitosamente lo haría de nuevo en la siguiente década moviendo la mirada masculina hacia las delicadas espaldas de las féminas con las prendas de gala noctura.

Incluso Christian Dior, con el cargado simbolismo sexual del "new look" supo hacerlo sin caer en lo burdo.

Foto google. La controversial minifalda (o minivestido) viene causando furor desde hace más de medio siglo.

No obstante, de ese encanto elegante pasamos al descarado erotismo vulgar predominante de las últimas décadas. La minifalda, es tan aceptada como odiada con interpretaciones antagónicas.
Para algunas, es una prenda de liberación femenina, la cual simboliza el control y dominio de la mujer sobre su cuerpo. Para otros, la minifalda facilita al hombre el acceso sexual a la mujer. No debemos confundir la coquetería con el uso de atavíos de incitación sexual.

Por ello, debemos cuidar lo que vestimos, cómo y el contexto en el cual lo hacemos para no enviar mensajes equivocados. El vestido y la imagen personal interactúan en códigos visuales y a su vez se complementa con el lenguaje corporal y el entorno geográfico.



Foto Google. Algunas presentadoras de televisión en Guatemala hacen todo lo posible por destacar sus atributos físicos y acaparan a la audiencia masculina.

Pierre Bourdieu en su libro La Distinción explica que "El sistema de signos que cada cuerpo lleva consigo; el vestido, la pronunciación, el porte, la forma de andar constituyen el fundamento de las antipatías o simpatías".

Por su parte, Miguel A. Saldaña en El lenguaje de la imagen personal refiere que "Dentro de la marcada polarización e individualismo que ofrece el mundo actual, la mayoría de nosotros es sensible a la aprobación externa".

La minifalda, las prendas muy talladas, las muy escotadas, adicionado a los accesorios y maquillaje inadecuado se encuentran en un terreno minado.  Por lo tanto generan malestar en círculos de trabajo, religiosos, académicos, diplomáticos, etc.

Hay quienes se apoyan en la libertad individual de vestir lo que quiera, pero no podemos olvidar que la libertad tiene límites. Sería absurdo pensar en una libertad de expresión por cualquier medio sin importar si ofendemos, calumniamos, etc., incluso si con ello dañanamos la propia integridad.

Se cae en la irrespopnsabilidad de elegir la ropa a gusto sin importar si es apropiada en ciertos lugares u ocasiones, o bien, no a todos les sienta bien una prenda en específico. Toda acción provoca una reacción y con la presentación personal se pueden recibir o generar actitudes negativas como rechazos, ofensas, burlas, etc.



foto: Gobierno Guatemala. (de izq. a der. primera dama, Patricia de Morales, esposa del vicepresidente, Elizabeth Cortés, ex primera dama, Rosa María Leal y Ministra de Relaciones Exteriores, Sandra Jovel) El gobierno de Guatemala ha descuidado la asesoría de imagen para las mujeres en actividades de gobierno.

Depende del nivel de buen o mal gusto, es decir precisamos de un criterio racional y no emocional. La moda no impone, solo propone. El prestigio personal depende únicamente de nuestras elecciones.

Saldaña dice que "Conseguir y sostener una imagen personal que sirva positivamente a nuestra vida, implica "saber mirarnos", reconocer y destacar nuestras fortalezas y "saber elegir" los recursos que permiten minimizar los rasgos que son desfavorables  de nuestra apariencia...como deseamos ser mirados y como en realidad somo observados".

Lo que reflejamos con nuestra imagen es la presentación que damos a los demás y con ello ofrecemos información de nuestra personalidad.

Dice Squicciarino que "El vestido siempre significa algo, transmite importantes informaciones en relación con la edad, con el sexo, con el grupo étino al que el individuo pertenece, con su grado de religiosidad, de independencia con su originalidad o excentricidad, así como su concepción de la sexualidad y del cuerpo. El vestido puede emplearse para señalar la actitud hacia los demás, en particular el nivel de disponibilidad sexual, la agresividad, la rebeldía, la sumisión, la formalidad en el comportamiento; también se utiliza para distinguir el estatus social y económico y para compensar los sentimientos de inferioridad social".


Foto Google. Distintas concepciones del uso del traje sastre.

A modo de ejemplo, el traje sastre es casi el uniforme de trabajo universal para oficina y otras actividades. Pero no todos, tanto hombres como mujeres, saben usar dicha prenda con elegancia. Tampoco un traje va a garantizar transformar a una persona en profesional, honrada, etc. En el contexto laboral, muchas veces el traje adquiere solo una categoría de herramienta de trabajo.

A veces se incurre en el error de lo obsceno, desaliñado,  transgresor o lo ridículo, es decir, la moda a veces no ofrece opciones favorables. La clave es evitar perder la dignidad y la salud tanto física como mental.

Pero también es cierto que en las sociedades occidentales, por lo general, ya no se limitan las libertades para vestir. ¿Más tolerancia o narcisismo?, en gustos se ropen géneros, dice un dicho común.

*este artículo es a petición de uno de nuestros lectores.