Es un nombre poco conocido, incluso para los diseñadores de hoy, pero las mujeres menudas de antaño fueron tomadas en cuenta por Carven, quien ha dejado un gran legado en la moda.
La legendaria Madame Carven abrió su casa de Alta Costura en París en 1945 dedicándose exclusivamente a vestir mujeres de talla pequeña, quienes normalmente eran rechazadas por los Costureros de fama del momento.
Firmaba sus trabajos bajo el seudónimo de Marie-Louise Carven y cariñosamente se le llamaba Madame Carven, pero su verdadero nombre era Carmen de Tommaso.
Foto: google-EFE. Madame Carven.
Inició estudios en arquitectura y diseño de interiores en la Escuela de Bellas Artes de París. La comprensión de la proporción y las formas le serviría más adelante para sus creaciones de moda.
Ella misma personificó a la "petite femme" debido a su pequeña estatura. Carven estaba amenazada por los grandes estereotipos sociales y de la moda misma, por lo que decidió cambiarlos. Al principio diseñó su propia ropa y de sus amigas, y terminó siendo una autoridad en la industria.
Aunque se dice que los grandes costureros no la tomaron en cuenta como colega, París le reconoció su legado en la exposición de principios de siglo en el Museo Galliera y desde décadas anteriores ya se le había apodado "la pequeña de los grandes costureros".
En el 2010 declaró a Le Monde: “Fui una mujer pequeña entre grandes hombres. Si me aceptaron, fue solo porque creé un estilo sencillo. Yo no les molestaba en absoluto, porque trabajaba para las jóvenes de mi época”.
Y los libros de historia no hacen justicia al no reconocer que ésta dama fue una de las primeras en abrazar el prêt-à-porter casi década y media antes que lo hiciera Saint Laurent. O que ella fuera la primera costurera francesa en patentar el primer sostén "push-up", según lo explica el obituario de The Telegraph del 2015.
Y no solo diseñó, fue una auténtica empresaria. Fue también una de las primeras en promover sus diseños fuera del país realizando desfiles por México, Brasil, Marruecos y otros lejanos lugares para promocionar su marca.
Gracias a un sencillo vestido primaveral a rayas verde sobre fondo blanco sin mangas y de falda amplia creado por Carven, el verde esperanza entró exitosamente en la moda, color que hoy se conoce como verde carven.
Foto: google, el vestido que lanzó a la fama a Carven
Y siguiendo con la tradición de las fragancias, Carven también aportó un exquisito aroma con su perfume Ma Griffe, por supuesto, en un empaque verde.
En su cartera de clientas figuraron grandes artistas como Leslie Caron, Martine Carol, Zizi Jeanmaire y Edith Piaf. Además, creó el vestuario para varios filmes, los uniformes del equipo olímpico francés de 1976, del personal de la línea férrea Eurostar y de varias aerolíneas, entre otros trabajos.
Recibió la Orden de las Artes y las Letras en 1978 y la Legión de Honor en 2009. Su vida se extinguió en 2015 a los 105 años de edad, habiéndose retirado de la moda 21 años atrás.
Ser sastre en Guatemala no es algo que amerite admiración, su trabajo es altamente desvalorizado y delegado a las clases bajas, por lo que a muy pocos les interesa esa disciplina.
La triste situación que vive la sastrería guatemalteca es revelada por la revista dominical de Prensa Libre en una publicación de mayo de éste año.
En ella se cuenta la historia de Manolo y Manuel, dos sastres ubicados en un modesto local del deteriorado pasaje Aycinena en la zona uno capitalina.
Estos artesanos sesenteros narran que desde muy jóvenes vienen trabajando como sastres, pero en las últimas décadas la gente ya no muestra interés por los trajes a medida, por lo que sobreviven con trabajos menores.
Y lamentan el no tener aprendices para dar continuidad al negocio, pues la sabiduría de éstos sastres morirá con ellos. Esta es una de tantas historias similares a otras sastrerías del país.
Aproximadamente los sastres independientes cobran Q 600 (US$ 85) por la elaboración de un traje, sin contar los gastos del tejido. Las pocas sastrerías de "cierta categoría" cobran desde Q 1,500 (US$ 214) hasta Q 3,000 (US$ 428).
Sin embargo, los trajes sastre siguen estando en voga, pero la preferencia se inclina por el listo-para-vestir (Q. 1,200 aprox., US$ 170) o de segunda mano.
Un arte despreciado
Mientras en Guatemala es signo de distinción adquirir un traje en Zara, Devred 1902 y otras. Londres se enorgullece de sus artesanos de Savile Row, tanto que lograr entrar a trabajar como aprendíz, no solo es difícil sino confiere un alto prestigio en la hoja de vida. Es que éste famoso grupo de calles londinense es para la moda elegante masculina lo que París es para las mujeres.
Foto: asuitthatfits, El legendario y elegante Sean Connery, tallándose un traje en Savile Row
Originalmente, los primeros sastres en Guatemala eran españoles peninsulares, pero con la imposición del sistema colonial y la diferenciación de castas, éste oficio se fue delegando despectivamente a los mestizos y a algunos mayas, según lo explica el historiador Severo Martínez.
Tal vez por ello es que la sastrería no ha adquirido un valor más justo y algunos negocios se dedican a la importación de prendas formales para el vestir masculino.
Las casas de sastrería más refinadas en Guatemala como Saúl E. Méndez, Emporium y Gilberto Miranda, por ejemplo, sólo ofrecen trajes a medida, no "bespoke".
Esto puede deberse a la preparación muy básica que se ofrece en el país. El Instituto Técnico de Capacitación y Productividad, Intecap, brinda instrucción para sastres rasos. Para convertirse en uno de ellos sólo se requiere de un nivel mínimo de estudios de seis meses con espectativas de una oferta salarial muy baja.
En el pináculo de la mejor sastrería
La expresión Alta Costura es reservada para la quintaesencia de la moda femenina, pero en la sastrería británica, la más calificada del mundo, se dice "bespoke", no lo traduzco porque su definición va más allá de lo que un diccionario puede ofrecer. Es un concepto londinense que engloba, hecho a medida y a mano con los mas finos tejidos (especialmente en lana Súper).
Se dice que la expresión "bespoke" es una especie de abreviación de "be spoken for", frase que los sastres usaban para marcar la tela de sus clientes, es decir, reservarla para un cliente en especial.
La Savile Row Bespoke Association, ha creado un sistema riguroso de entrenamiento para el aprendizaje de sastre y cortador que puede extenderse hasta seis años.
Alexander McQueen trabajó como aprendíz en Anderson & Sheppard y Gieves & Hawkes. John Galliano lo hizo en Nutter. Ambos demostraron un conocimiento prodigioso de las técnicas sartoriales cuando entraron a la moda femenina.
foto: suitored.com, interior de los talleres de Anderson & Sheppard
Huntsman, una de las sastrerías más cotizadas de Savile Row, explica en una entrevista a GQ Magazine, que ofrecen tres categorías de trajes.
Lo más accesible es el listo-para-vestir con un valor de £2,200 por un traje de dos piezas. Luego el hecho-a-medida puede costar £2,900 y lo más sublime de la sastrería es el "bespoke" donde el precio se eleva a £4,997 (sin impuestos incluídos).
Este último requiere de un ejército de maestros del traje trabajando 60 horas a lo largo de ocho semanas, debido a que el atuendo es elaborado enteramante a mano.
Al decir "a medida", éstas sastrerías se refieren a que la prenda es personalizada pero construída ya sea totalmente a máquina o semi-manual.
Al igual que en la Alta Costura, los trajes requieren de sesiones de prueba y en vez del torso-maniquí, se traza el molde en papel y se conservan los de los clientes frecuentes.
El tipo de entretela también definirá el precio final del producto, dado que existen para adherirlas al género con vapor o unidas con puntadas a mano o a máquina.
Los tejidos exteriores también dirigirán los costos. Las lanas son las más utilizadas en sastrería, la calidad de su fibra y del tipo de animal son determinantes. Por supuesto que la seda es la favorita para la forrería.
Foto: Kinslager, variedad de lanas Súper, algunas mezcladas con cachemira, otra fibra de lujo en la moda.
Pero en Guatemala generalmente solo podemos encontrar tejidos mixtos, es decir, mezclas de lana corriente con acrílico o poliéster, o bien, totalmente sintéticas y lamentablemente a todas les llaman "casimires". Para los forros es casi imposible encontrar sedas.
Para estudiar moda en Guatemala las opciones son bastantes limitadas y dispares. Actualmente son cuatro las entidades que ofrecen educación formal sobre modas. Y aunque todas van dirigidas al sistema industrial, algunos centros aseguran impartir cursos de alta costura.
Sin embargo, ningún establecimiento abarca toda la gama de profesiones que comprende la industria de la moda, pero en comparación al siglo anterior, lo que existe ya es un gran avance.
La calidad de cada casa de estudios depende del cuerpo docente y del empeño que el alumno muestre, además de nacer con el talento. En algunos casos se le dá más importancia a la tecnología como lo es el dibujo por computadora, tanto los bocetos, fichas técnicas y patronaje. En otros, las técnicas manuales cobran más interés. Se incluyen u omiten cursos del plan de estudios dependiendo del enfoque que cada entidad le da a la carrera.
Foto: Pinterest
La opción de educarse en el extranjero sigue válida para los que se lo pueden permitir, o bien, estudian en Guatemala como carrera base y buscan especializarse en el exterior. Aquí les dejo una breve descripción de las alternativas para estudiar moda:
Universidad del Istmo (Unis)
Es una casa privada de pensamiento religioso católico con una fuerte influencia del controversial Opus Dei. Fue creada en 1997 absorbiendo al desaparecido Instituto Femenino de Estudios Superiores (IFES), en el cual se encontraba la carrera de diseño de modas en calidad de técnico.
La licenciatura en Diseño Industrial de Vestuario está incrustada en la Facultad de Arquitectura. El costo mensual promedio es de Q3,300 (US $450 aprox.) y la duración de la carrera es de cuatro años y medio. Cuenta con dos sedes; una en la capital y otra en las afueras de la urbe en una zona acomodada.
vea el plan de estudios
Sitio web Unis
Centro de modas Llatzer
Llatzer fue fundada en 1993. Es de capital privado y es la única dedicada exclusivamente a la moda. Sus planes de estudio están autorizados por el Ministerio de Educación. Su sede se ubica en un sector de clase alta. La carrera principal es el técnico en diseño de modas (de dos años de duración), pero hay opciones en cursos libres como: patronaje industrial, patronaje por computadora, drapeado, diseño de accesorios. Entre los talleres que ofrecen están los de fotografía de modas, maquillaje y pasarela, y "personal shopper e image consulting". El costo mensual del técnico es aproximadamente la mitad de lo que cobra la Unis.
Sitio web Llatzer
Universidad Popular (UP)
Es una entidad privada de servicio público fundada en 1922. Se encuenrta localizada en el corazón del Centro Histórico de la ciudad. Ofrece diplomados en arte dramático, artes plásticas, culinaria, música y diseño de modas. Cuenta con aval jurídico autorizado por un acuerdo gubernativo.
La UP se ha caracterizado por desarrollo de su compañía de teatro. Además, cuenta con su propio teatro y gimnasio deportivo.
La carrera de modas es bastante reciente. Se estructuró en base a tres años lectivos y tiene categoría de tecnicatura. Algunos de sus cursos van enfocados al diseño de vestuario escénico.
Sitio web UP
Intecap
El Instituto Técnico de Capacitación y Productividad (Intecap) nació en 1955 bajo el nombre de Centro Guatemalteco para el Desarrollo Industrial y con el paso del tiempo se convierte en el Centro nacional de desarrollo, adiestramiento y productividad en 1969 cuya junta directiva se encuentra integrada por miembros de la entidad privada y estatal, así como del esctor laboral.
El objetivo de esta entidad es brindar una formación básica a fin de insertar a los estudiantes en diversas empresas, en varios sectores.
Cuenta con varias sedes tanto en la capital como en el area rural, sin embargo, las casas de estudios de la capital se encuentran ubicadas en zonas de alta peligrosidad delincuencial, a excepción de los centros de zonas 5 y 10. Las tarifas son bastantes accesibles para personas de las clases bajas.
Ofrece el Técnico en Diseño Industrial del Vestuario, con cursos muy elementales. La duración de la carrera es de año y medio. También imparten cursos de corta duración como los de modista, sastre, análisis de la moda (tendencias) y, mercadeo y vitrinaje.
Sitio web Intecap
Eduardo Figueroa es uno de los diseñadores de moda guatemaltecos más respetados y queridos en el país. Su trabajo a lo largo de más de diez años es una constante evidencia de su creatividad implantada en cada colección.
Foto: Eduardo Figueroa / MBFGuatemala. Eduardo Figueroa junto a sus modelos cuando presentaba su colección Sik'inelab
Muchos de sus diseños incluyen elementos artesanales mayas, así mismo se distingue por el uso de diversos colores, contemporaneidad y minimalismo.
Dentro de los reconocimientos a su labor podemos citar el Revista Amiga Fashion Show en el 2011, el Manzana Marketing en el 2013 y más reciente el premio al Diseñador del Año, durante el Mercedes Benz Fashion Guatemala 2016.
Y es precisamente éste último galardón el que valió la oportunidad de formar parte de la quinta edición del Mercedes Benz Fashion San José, donde participará junto a otros colegas extranjeros. Dicho evento cobrará vida del 2 al 5 de agosto próximo en el Hotel Real Intercontinental en Escazú, Costa Rica. Al respecto, les dejo las impresiones de Figueroa en ésta pequeña entrevista.
Gacetilla de la Moda: ¿Cómo surge la invitación para participar en el MBFW San José?
Eduardo Figueroa: La invitación surge al ser reconocido como Diseñador del Año 2016 por Mercedes Benz Fashion Guatemala, es parte del intercambio entre las organizaciones de Guatemala y Costa Rica .
G M: ¿Qué significa para usted?
E F: Para mí es un gran honor poder ser parte de este evento en Costa Rica, estoy muy emocionado.
G M: ¿Presentará una colección específica para las ticas o para la mujer en general?
E F: La colección que voy a presentar es una extensión de la colección Sik'inelab ("mensajeros" en idioma Maya) por la cual me dieron el reconocimiento, que consta de piezas hechas con textiles regionales y diferentes texturas, así como también trabajos en mostacilla realizados por artesanas indígenas de varias comunidades del occidente del país.
G M: ¿Había pensado en la posibilidad de internacionalizarse?
E F: Siempre va de la mano el sueño que mis diseños se puedan ver en otros países, y ahora voy a tener la oportunidad de hacerlo, ya es un paso para empezar a internacionalizarse.
G M: ¿Cómo ve la moda en Centro América?
E F: Veo que la moda en Centro América va creciendo y hay muy buenas propuestas y mucho talento, vamos a seguir trabajando para que la región se convierta en un referente de moda a nivel internacional
G M: ¿Hay retos como diseñador latino, cuáles?
E F: Hay muchos retos como diseñador en general, ahora como diseñador latino, como Latinoamérica hemos sido considerados como una fuente de mano de obra únicamente y no como verdaderos creativos, esto es un reto que todos los diseñadores latinoamericanos tenemos que sobrepasar y demostrarle al mundo que nuestra región tiene mucho que ofrecer.
Fotos: Eduardo Figueroa / MBFGuatemala. Colección Sik'inelab. La chaqueta negra cuenta con una representación miniatura de los barriletes de Guatemala. El abrigo de lana es una adaptación de los ponchos típicos del altiplano del país y el vestido cuenta con un detalle en el escote destacado por un textil maya.
* Está previsto que Figueroa participe el sábado 5 de agosto junto a la británica Valerie Goode con su marca Kitty Ferreira UK y Pilar Sáinz de España.
* En los días anteriores presentarán sus diseños la nicaragüense Shantall Lacayo, los mexicanos Kris Goyri y Alfredo Martínez. Además de los colombianos Karen Daccarett y Francisco Leal, con su marca Leal Daccarett.
*La pasarela local mostrará las creaciones de Fabrizzio Berrocal, Cinthia Monge, Consuelo Melo, Rob Chamaeleo, Daniel Moreira, Jennifer Lang, Alexa Barzuna y María José Castro.
Hace unos días la revista Look publicó su edición de julio 2017 y su portada generó opiniones tanto a favor como en contra debido a un posible toque racista.
A raíz de lo sucedido Look ofreció disculpas en un comunicado y cambió la portada. ¿Realmente ésto era necesario?
El grupo a favor aludió no ver racismo alguno. Los en contra aseguraron que sí por resaltar a la protagonista de un reportaje, cuyo aspecto es bastante extranjero, y dejar en segundo plano a unas mujeres mayas.
fotos Look Magazine, iz. portada original, dr. nueva portada
Lamentablemente, los comentarios se fueron mas allá de una opinión respetuosa y como sucede en las redes sociales, hay quienes creen que tienen el derecho de insultar.
Y más lamentable, algunos columnistas de medios locales como el caso de Relato (Trejo y Godoy), expresaron su punto de vista lejos de los buenos modales y del profesionalismo que debe primar en el periodismo.
El artículo de opinión más cercano a lo objetivo salió del diario digital Nómada, haciendo un análisis del lenguaje visual desde la perspectiva del diseño gráfico, explicando que pudo haber un error involuntario que denotara racismo.
¿Error o falta de experiencia?
La protagonista de la portada es Francesca Kennedy, de nacionalidad mixta (guatemala-E.E.U.U.), quien a través de su marca IX Style ha ayudado a una comunidad maya de 600 artesanas del lago de Atitlán.
Kennedy no es modelo, la locación elegida para la sesión de fotos es Antigua Guatemala y no el lago. La fotografías que acompañan el reportaje son parte de un concepto que Look viene realizando con aires editoriales, pero no es un editorial de moda propiamente.
Las imágenes destacan básicamente a Kennedy, empero se habla de una comunidad maya y de su trabajo. Desde el punto de vista periodístico era necesario ilustrar las artesanías de éstas mujeres, así como a ellas mismas en su lugar de labores.
Ahora bien, la industria de la moda en general ha sido un tanto racista. Es decir, hay muy pocas modelos de piel oscura, morena, de facciones asiáticas, o bien, latinas.
En la actualidad vemos como el prototipo de la mujer ultra flaca andrógina y alta es la que predomina en las pasarelas.
El ejemplo de Vogue
Durante el último decenio, Vogue de varios países ha resaltado la belleza (con mucho respeto) de los pueblos incas. Si pueden observar las fotografías, los diferentes planos se incorporan cómodamente con el tratamiento de la luz y del color. Así mismo sucede con los personajes y los paisajes.
En resumen, las fotografías forman una composición integrada, bien estudiadas. En algunas, las modelos posan en solitario luciendo a veces trajes típicos.
Fotos de Mario Testino para Vogue Francia, edición abril 2013
Fotos de Michael Filonow para Vogue México y A. L., edición agosto 2011
Foto de Mario Vivanco para Vogue Rusia, edición 2012
Foto de Mario Testino para Vogue Británica, edición marzo 2008
Foto de Alexander Neumann para Vogue Korea, edición julio 2012
Las revistas de moda locales
La revista en cuestión basa su contenido en la moda, no sorprende que manejen la imagen así, no es justificarles. No obstante, han tenido puntos a favor, por lo que la teoría del error tiene más peso.
Tiempo atrás, resalté el hecho de que Look puso el rostro de una mujer indígena en portada con un bonito reportaje en abril 2016.
A lo largo de varias ediciones publicaron su versión de la historia de la moda ofreciendo información sobre el telar indígena, el origen de los trajes típicos paralelo a la vestimenta de los conquistadores hasta nuestros días.
La revista Amiga, que es parte de Prensa Libre (el medio de mayor circulación en el país) no ha publicado nada igual. Hasta el momento siguen colocando en portada mujeres que se alejan del aspecto multiracial de la mujer guatemalteca.
Así mismo, el problema se extiende al resto de medios de comunicación. Los presentadores de televisión, por lo general, no tienen rasgos mayas. Los reporteros rasos, en su mayoría sí.
Los medios de comunicación que dependen de la publicidad tienden a desprenderse de la objetividad para favorecer los intereses de los anunciantes, por lo que eso determina la línea editorial de cada medio.
Un país dividido
Otro aspecto son los certámenes de belleza tanto señorita Guatemala como la candidata para señorita Universo y Mundo tampoco incluyen a una mujer maya.
Ejemplos de exclusión y rechazo, los hay tanto desde aspectos raciales como de género, socioeconómicos, políticos y más. Pueden ser involuntarios o no.
Lo cierto es que los mayas de hoy siguen siendo despreciados, sus atuendos han sido menospreciados y pese a la influencia española en los trajes típicos, estos resultan hermosos.
Estas vestimentas han sobrevivido como símbolo de la resistencia maya, así como sus idiomas y su cultura en general.
El tema del racismo en Guatemala es muy profundo y delicado de abordar y comprender. Tiene sus cimientos desde tiempos coloniales y se mantiene vigente.
Pero más que un marcado racismo indiscutible, el problema es la alienación que no permite tener identidad propia como país.
El destacado sociólogo guatemalteco Carlos Guzmán Böckler en su libro Guatemala: una interpretación histórico-social (publicado desde 1970 junto a su colega Jean-Loup Herbert) explicaba la pobreza del ladino en su capacidad de expresión respecto a su lengua (el castellano), el cual tiende a deformar intercalando términos en inglés.
"Somos un pueblo sin proyecto colectivo", C. G. Bökcler
Es la madrina de la moda argentina, visionaria y creativa. Se considera así misma de pensamiento independiente. Es la pionera de la Bafweek y de la carrera de modas de la Universidad de Buenos Aires (UBA), entre otros grandes proyectos.
foto Fábrica-diseño e innovación. Saulquin durante su visita a la comunidad de diseño Fábrica.
Para esta reconocida socióloga de la moda el pensamiento del siglo XXI es la sustentabilidad. El cuidado de los recursos naturales y humanos nos está inclinado hacia la importancia de "ser".
Al buscar nuestra propia identidad individual la producción en serie dejará de tener un lugar privilegiado, aunque continuará. Esto siginifica que el sistema de la moda actual puede haber comenzado a desarticularse.
En su libro Política de las apariencias, Saulquin explica que una de la causas por la que están sucediendo estos cambios se debe a la consolidación de una sociedad orientada y digitada por las individualidades, pero no por un narcisismo.
Destaca la importancia que están adquiriendo las redes sociales en la forma de estar y percibir el mundo.
Sin embargo, la identidad individual necesita apoyarse y organizarse en grupos unidos por una filosofía y estilos de vida comunes.
El estilo, explica, es como una etiqueta de identificación y se configura con la consolidación de la identidad. Vamos de la imitación a lo personalizado. Entonces el estilo cobrará más importancia y generará cambios en las movitaciones para vestir.
Por ello la trascendencia de "ser", el cual está integrado en un trinomio de la identidad: lo que soy, lo que quiero ser (lo aspiracional) y cómo los demás me ven, indica.
Ser sin elitismo
En entrevistas dadas anteriormente a diversos medios, Saulquin, señaló que tanto el diseño de autor y lo sustentable son caros por lo que se convierte en un lujo.
Pero hay vías para bajar los costos, explica. Se puede apostar por los colectivos de diseño. El cambio igual se viene, la sociedad lo necesita para su superviviencia.
La diferenciación social seguirá existiendo, pero Saulquin ve en la élite otras formas de mostrar como el teléfono celular, el auto, etc., es decir, exhibir un estilo de vida.
Por otro lado, ve positiva la plataforma de los "blogs" por la proyección de identidad que se apecia. Es otra forma de comunicar la moda que ha cobrado protagonismo.
Pero hay un alto riesgo de estandarizarse, puntualiza. Y es que muchos "bloggers" han dejado de "ser" a cambio de convertirse en pautas publicitarias.
Ya no es secreto que las grandes marcas les regalan algunos productos o bien les pagan directamente para que las promocionen, asistan a los desfiles y hagan comentarios positivos.
En América Latina
La importancia de "ser" incluye a toda América Latina para que deje de ser la fábrica de Estados Unidos y Europa. Considera que la mejor opción es la búsqueda de la identidad propia como región e individuos.
"Necesitamos crear hibridación cultural, es decir, mezclar lo local con lo global. Debemos trabajar con nuestro color y nuestras texturas y materiales, pero con diseños universales, que se puedan llevar en París, en Londres, en Nueva York", declaró a la revista chilena Mujer en 2010.
Enfatizó que las semanas de la moda pueden llegar a ser muy onerosas y no se promueve la identidad local con tantas propuestas. Por ello, enmarca el caso de Sao Paulo donde sí se está apoyando la moda de autor.
Guatemala es considerado un país subdesarrollado por sus bajos niveles de acceso a educación, salud, etc. En la moda también se queda atrás, cuando se califica como Haute Couture a cualquier cosa.
A inicios de este mes, una de las revistas de moda local hizo referencia a la más reciente colección crucero de Chanel 2018 asegurando que es de inspiración italiana...¿ha leído bien?, ¡italiana!.
Karl Lagerfeld pondría el grito en el cielo al ver que la Antigua Grecia se convirtió en Italia. Son errores que le restan credibilidad y profesionalismo a esos medios.
Guatemala siempre ha tenido que ver la moda desde lejos y asimilarla con lo que tenga al alcance. Y eso se refleja en la interpretación y comprensión de la moda.
Apenas algunas marcas estadounidenses, latinoamericanas, españolas y de otros lejanos lugares son las que lideran el flujo comercial de la moda junto a la economía informal.
El listo-para-vestir de las firmas de la moda de lujo, solamente se aprecian en maquillaje, fragancias y gafas de sol. Los bolsos y demás accesorios circulan en el mercado negro de la piratería.
Ahora bien, Guatemala ya cuenta con sus propios diseñadores, pero no son de Alta Costura, si nos enmarcamos en la definición puramente francesa, de donde se origina el concepto.
La crème de la crème chapina se ha vestido con prendas compradas en el extranjero, pero no necesariamente de París. Estados Unidos es uno de los destinos favoritos, ya sea Miami o Nueva York y lo que allá se encuentra es prêt-à-porter.
En el siglo anterior existieron algunos de la elite pudiente guatemalteca quienes montaron pequeños talleres de moda dedicados a su mismo círculo social, posiblemente el que más resonancia tuvo fue Francisco Camacho, pero no fue Alta Costura.
Pero ¿Qué es la Haute Couture?
La traducción literal es Alta Costura. Es un término protegido legalmente por el gobierno francés desde 1945.
Esto significa que ningún diseñador puede usar ese adjetivo para definir su trabajo y publicitarlo si no forma parte ni cumpla con las reglas de la Federación Francesa de la Costura.
Las normas son el tener el taller de costura en París, 20 trabajadores a tiempo completo como mínimo, presentar anualmente dos colecciones de al menos 25 conjuntos cada una, que incluyan atuendos de día y de noche.
La elaboración de las prendas debe realizarse enteramente a mano y a medida. Las casas deben contar con dos talleres base, el de sastrería y de modistería.
Foto Google. Uno de los talleres de la Casa Dior
Se deben realizar varias pruebas de tallado con la clienta, por lo que previamente se debe hacer la "muselina", es decir, un molde en tela.
Los talleres de bordados, arte plumario y otros, suelen ser independientes y reciben encargos de diversas casas de moda. Cabe reiterar que su trabajo debe ser manual y de excelencia.
Las piezas de Costura requieren la toma de muchas medidas del cuerpo de la clienta, si se trata de una consumidora regular se realiza un torso-maniquí con sus medidas personales. Se necesitan meses de trabajo para concluir un atuendo.
Todo esto y la exclusividad suman a la hora de valuar la prenda. Por lo general, los precios oscilan desde los US$50,000 a US$300,000 de acuerdo con declaraciones dadas a la BBC en 2015 por Valerie Steele, directora del Museo del Instituto de Moda y Tecnología de Nueva York.
En Guatemala, los atuendos de diseñador más costosos han alcanzado los Q. 20,000 (US$2,800 aprox.). Tristemente se tiene la percepción que esta disciplina se refiere únicamente a vestidos de noche y novia.
Pero la auténtica Haute Couture es más que prendas a medida, diseños exclusivos y tejidos hermosos. Harold Koda y Richard Martin del Museo Metropolitano de Nueva York han expresado que "la Alta Costura representa la fusión de la moda - la identidad moderna que combina la novedad y la sinergia con las necesidades sociales y personales - y el vestido, el arte de la modistería, sastrería y artesanía de accesorios y complementos del indumento".
fotos Google. Dior 2007, Armani Privé 2014 y Chanel 2016
Se trata de la máxima expresión de las habilidades manuales del hombre con un profundo lirismo. Es delicada literatura narrada en prosa o verso, que entra por los ojos y se expande por la piel, capaz de acariciar el alma. Un placer destinado a quienes se lo pueden permitir.
Para las clientas, la Alta Costura es una especie de club exclusivo que marca su diferencia social respecto al resto, donde van a ser tratadas con esmero, reciben atención individualizada y serán complacidas. Ellas mismas saben apreciar el trabajo y la calidad de la prenda, por lo que no escatiman a la hora de pagar.
En la actualidad, este selecto grupo lo conforman mil consumidoras al rededor del mundo. Si la clienta vive fuera de París y necesita que le tallen el atuendo en su residencia, son delegados de los talleres los que tienen que desplazarse a cumplir con ese deseo, así de exclusivo es.
La Alta Costura sin duda refleja un alto nivel de creatividad y calidad, pero también ese savoir-faire que la envuelve y la distingue. En el pasado gozó de su era dorada, sin embargo conforme el listo-para-vestir ha ido escalonando en la cima, su concepto se ha hecho más abstracto y complejo de comprender para las sociedades que no han tenido relación directa con ella como el caso de Guatemala.
Fotos Google. Iconicos diseños de Dior, Chanel e Yves Saint Laurent
Desde hace unas décadas la Alta Costura ha dejado de producir grandes beneficios económicos, pero es una excelente plataforma para posicionar las firmas e incrementar las ventas de accesorios, maquillaje, perfumería y la línea listo-para-vestir.
Y aunque la Ciudad Luz ya no es la única en dictar la moda, sigue siendo importante y conserva su autoridad en la materia siendo sinónimo de prestigio.
Es que la Alta Costura parisina no se limita a creativos franceses, le ha abierto las puertas a extranjeros, como Balenciaga, Valentino, Versace, Armani, Elie Saab, entre otros.
Incluso, fuera de toda regla Iris Van Herpen se ha presentado en la alta pasarela, pese a trabajar con 3D y en pequeñas colecciones. Se lo ha ganado por su extraordinario nivel creativo.
fotos Google. Valentino 2012, Jean Paul Gaultier 2017 y Bouchra Jarrar 2014
El milagro italiano
Solamente Italia pudo incursionar con éxito en su propio territorio, en la misma categoría bajo el nombre Alta Moda.
Foto Google. Audrey Hepburn en una creación de las hermanas Fontana.
El Palacio Pitti fue testigo del nacimiento de grandes nombres como Emilio Pucci, las hermanas Fontana, Roberto Capucci, el clan Missoni y Valentino Garavani, entre muchos otros talentos. La Ciudad Eterna acogió los talleres de la bien cualificada alta costura italiana que atrajo la atención de las estrellas del cine internacional.
Sin embargo, durante la séptima década del siglo XX la moda industrial se hizo más presente y muchos modistos se trasladaron a Milán creando el "made in Italy", el centro de la moda más importante del país.
La Alta Costura necesita de un ojo refinado para poder ser apreciada, es lo mismo que un espléndido oído para la música clásica.
¿Y Guatemala, tiene alguna opción?
Ningún país está exento de crear piezas de Alta Costura, pero los diseñadores deben tener claro lo que implica dedicarse a ese sector de la moda y demostrar un control absoluto del corte, las técnicas y creatividad para poder llamar la atención de París y ganar prestigio.
Entre los latinos que han tenido el privilegio de ser invitados a la Semana de Alta Costura parisina, puedo citar dos claros ejemplos: el mexicano Antonio Ortega quien este año será la sexta ocasión que participa y el argentino Gabriel Lage quien ha estado presente en dos oportunidades.
Honestamente, las mujeres pudientes guatemaltecas no están dispuestas a invertir sumas exorbitantes para sus vestuarios. La liliputiense industria de la moda chapina debe saber direccionarse para encontrar su camino.
El término "costurera"o "modista" en Guatemala es relacionado a un oficio de baja importancia, algo despectivo que no merece valor.
A menudo, estudiantes de modas contratan a estas costureras para que les elaboren sus diseños dejándoles una paga exigua por un trabajo verdaderamente complejo pues las creaciones de los pupilos requieren una moldería caprichosa que ni ellos pueden elaborar, muchos menos saber cómo construir la prenda.
Normalmente a la modista le encargan arreglos o reparaciones de cualquier tipo de atuendos, confección de uniformes ya sean escolares o de trabajo y a lo sumo, con mucha suerte le delegan el vestido de los "15 años", el de comunión ó el de bodas, pero sin permitirle que introduzca alguna idea mas que limitarse a la reproducción fiel de un modelo de revista.
Sin embargo, a muchos guatemaltecos les desesperan las sesiones de prueba y desean una indumentaria extraordinaria que puedan comprar listo para usar y barata. En éste pequeño país, afloran tiendas que ofrecen ropa importada de marca para los eventos citados anteriormente. Para quienes el precio de esos lugares les resulte muy elevado están las tiendas chinas. Y si aún así se sigue considerando un tanto costoso están a disposición las desagradables ventas de pacas.
En otras ocasiones he señalado las ventajas que tiene el adquirir prendas a medida y saber valorar el trabajo del diseñador. Hay que hacer hincapié que el costurero o modisto es sinónimo de diseñador de modas en los países donde la moda es una auténtica profesión.
La expresión "diseñador de modas" se empezó a acuñar lentamente conforme aparecieron centros de estudio especializados en el tema.
La Cámara Sindical de la Alta Costura de Paris que había sido creada en 1868 dispuso abrir una escuela en 1927 para el entrenamiento de los trabajadores de las diversas casas de moda. En 1930 se ofrecía adiestramiento para ser director creativo de casas de alta costura. Posteriormente se implementaron cursos de sastrería artesanal y poco a poco se han ido adicionando ofertas educativas.
Generalmente son centros independientes de las universidades pero ambas acogen la moda para eliminar el halo despreciativo y colocarla a la altura de una profesión. Aunque lastimosamente, como explica el académico Frédéric Monneyron, al modisto actualmente se le sigue sin reconocer plenamente como artista.
Por otro lado, en Guatemala existió una escuela de estudios superiores para mujeres en las últimas décadas del siglo pasado que daba la oportunidad de tener algún conocimiento de moda, aunque sus egresadas no lograron posicionarse. Sólo hay una universidad que incluye a la moda como carrera con orientación industrial, hay una academia con un concepto similar y un centro de formación técnica para diversos oficios.
Este último lugar, define a la modista como una persona "semicalificada" para elaborar prendas de vestir simples con una máquina doméstica, el curso dura 10 meses y los requisitos son tener un mínimo de 16 años de edad y haber alcanzado apenas el tercer grado de escolariad primaria.
La citada institución también brinda el curso de sastre de 6 meses de duración, con los mismos requsitos que la modista. Describe al sastre como un trabajador calificado de nivel "operativo" con capacidad de producir prendas masculinas a medida con diseños exclusivos. Contrasta diametralmente con la formación de los sastres de Savile Row o en Nápoles, por ejemplo.
Es posible que tanto menosprecio hacia el modisto y sastre tenga raíces coloniales. Considerando que estos trabajos y la tejeduría fueron delegados a algunos indígenas y mestizos, grupos inferiorizados por los españoles y criollos.
Se sabe (históricamente demostrado) que la ardua labor del hilado fue impuesto a las nativas fundamentalmente como pago tributario. Estas mujeres heredaron un pasado majestuoso en el arte del hilado y textil de la antigua cultura Maya. Puede ser una razón para que la profesión del ingeniero textil sea inexistente en las universidades del país.
Ahora vamos hacia dos rumbos, el primero es aclarar que quien sabe coser no es exactamente un diseñador, para ello debe crear, tener ideas propias y materializarlas. Ahí es donde unos avanzan y otros se estancan.
Y lo segundo es recalcar la diferencia entre Alta Costura y listo para vestir que tanta confusión crea entre los guatemaltecos. Aquí a cualquier cosa le llaman Alta Costura, muchos charlatanes timan a los clientes vendiéndoles gato por liebre, para ser más puntual, les venden nylon o rayon diciéndoles que es seda importada de Italia y Francia, lo mismo sucede con los encajes de poliéster hechos a máquina, y así la lista de ejemplos se extendería.
Algunos diseñadores tristemente también burlan a los clientes así y lo peor es que en los centros de estudios que ofrecen la carrera de moda aseguran impartir el curso de "Alta Costura" cuando el título de la carrera dice claramente diseño "industrial" del vestuario y el pénsum de estudios va enfocado el 100% al aprendizaje de la producción en masas.
Pero para explicar la Alta Costura me detendré en otra entrada y abordar el tema en con más detalle. De momento, sugiero especialmente para los guatemaltecos la lectura y posteriormente la serie televisada de la obra de María Dueñas: El tiempo entre costuras.
Es una historia hermosa que narra la vida de Sira Quiroga, una joven modista a quien el amor la lleva a vivir situaciones difíciles, pero en contra corriente logra abrir un elegante taller de costura fuera de Madrid en momentos de tensión política previo a la Guerra Civil Española.
Esta novela fue publicada en 2009 y llevada a la pantalla chica en 2013. El libro se consigue fácilmente en varias librerias del país y la serie de TV está disponible en Netflix, en canales de cable y en internet.
¿Por qué lo sugiero? No solo porque ésta obra ha tenido muy buena aceptación, ha recibido críticas positivas, la novela ha sido traducida a más de 25 idiomas. También porque es una historia que explica lo difícil que es para una costurera pobre con talento abrirse espacio entre la sociedad selecta, adquirir prestigio, lograr resolver la necesidades del cliente además de conseguir financiamiento para montar una casa espectacular de modas digna de los diseños de una verdadera artista.