miércoles, 18 de junio de 2014

Desprecio del arte: obstáculo para la moda guatemalteca

Relacionar el arte y la moda podría parecer algo descabellado. Sin embargo, es totalmente válido. Si nos adentramos a las subdivisiones las Bellas Artes, encontraremos las artes menores. Los clásicos consideraron artes menores a todo aquello que puede impactar através del gusto, olfato y el tacto.

Algunos académicos incluyeron a éstas artes, todo lo referente al diseño y artesanías. Y considerando que hay discrepancias sobre el lugar que ocupa el diseño en el mundo del arte, se estableció que es más apropiado agruparla como Artes Aplicadas. Es decir, que además de conservar los valores de la composición y la creatividad, puede tener funcionalidad, ser un objeto para su uso.

En el caso del diseño de moda, nos tendríamos que limitar a todo lo que es exclusivo, como lo es la Alta Costura, donde el trabajo manual es fuertemente valorado, así como los materiales, los acabados, etc. Pueden considerarse aquellos diseños que son de elaboración fina y de ediciones muy limitadas. Lo que está fuera de clasificación es todo lo producido en serie.

El arte como tal nos transmite emociones e impresiones del artista y la moda cumple con éste objetivo. Por otro lado, no tiene mérito alguno considerar arte aquellos diseños que, lejos de inspirarse en una obra de arte y a partir de ello crear algo nuevo, simplemente imprimen en los tejidos una copia de una obra de gran relevancia.

Excelentes ejemplos puedo enumerar, como la colección Mondrian de Yves Saint Laurent para el otoño-invierno 1965, que toma como inspiración las obras de Piet Mondrian, haciendo su propia interpretación de la obra del citado artista plástico. No solo es el manejo de los colores, también de la moldería y del tejido, que van acorde a la composición de Mondrian.


(foto google: vestido Mondrian de Yves Saint Laurent)

Iris Van Herpen muestra su visión de la moda con fabulosos trabajos utilizando alta tecnología en el manejo de los materiales logrando nuevas texturas y una excelente manipulación tridimensional de los diseños.    


(Foto: afflante.com, Iris Van Herpen, otoño-invierno 2011)

No es casualidad que en las capitales de la moda existan museos que dedican espacios a la moda, y en su mejor caso, museos dedicados totalmente a la moda. Por todo lo expuesto, no se puede divorciar a la moda del arte.

Pero en Guatemala, la situación del arte es muy precaria. Dedicarse a las Bellas Artes es condenarse a vivir en condiciones de miseria. Podríamos decir, que en éste pequeño país de la América Central estamos huérfanos del arte. Algunos medios de comunicación han denunciado el frágil estado del arte, año tras año sin que se pueda ver una luz en esa oscuridad.

"Falta de fondos afecta al arte guatemalteco", titulaba el matutino Prensa Libre el 27 de junio del 2012.  "Potencial artístico guatemalteco, en manos del abandono", señalaba el vespertino La Hora el 20 de diciembre del 2013.

Y éste último rotativo recién publicó (14 junio 2014) "¿Preparados para ser la Capital Iberoamericana de la Cultura?", en el cual se explica que por un promedio de seis meses a partir de mayo próximo Guatemala podrá resaltar el arte y la cultura nacional. Pero, no hay presupuesto para dicha actividad.

Es precisamente esa frivolidad y displicencia con que se trata al arte, que conlleva a consecuencias como obstaculizar el desarrollo sano de la moda nacional y del arte en general. Puede entenderse como un reflejo del subdesarrollo del país y contradictorio con la amplia gama de riqueza cultural que Guatemala podría ofrecer.

"Nadie es profeta en su tierra", dice el dicho que se aplica muy bien en éste asunto. Me atrevo a decir que es más fácil para un Guatemalteco ser reconocido artísticamente en el extranjero que dentro de su país. ¿Será esa la situación del diseño de moda?, al menos un ejemplo palpable puedo citar: El caso de Guillermo Jop, quien a pesar de haber incursionado dentro del país, tuvo que abirse camino en Nueva York y ahora que ha cultivado éxitos ya es tomado en cuenta en Guatemala. Otros quienes también prefieren alcanzar su sueños en el exterior son Manuel de la Cruz y Juan Carlos Quintana.


 (Foto WWD John Aquino, Diseño de  Guillermo Jop para su propia marca Guishem)

 (foto: Manuel de la Cruz)

(foto: Quintana Couture, Juan Carlos Quintana)