martes, 5 de agosto de 2014

VICTIMAS DE LA MODA I: "Salvajismo humano"

La especie humana se enorgullece en calificarse a sí misma de "civilizada" y lo sería, si cierto grupo de humanos mostrara una actitud decente hacia los animales.

En la industria de la moda se necesita del pelo y la piel de los animales para la producción de textiles. Sin embargo, los procesos son altamente cuestionables cuando esto va acompañado de violencia humana.

Esquila: un suplicio sistemático

Recientemente la organización People for the Ethical Treatment of Animals, PETA, ha denunciado mediante dos vídeos la brutalidad con que son tratadas las ovejas durante el proceso de la esquila en Estados Unidos y Australia, donde se produce el 90% de lana merino del mundo.

Los animales son golpeados con patadas y puños hasta sangrarlos y aventándolos hacia una pared al punto de dejarlos morir del dolor, o bien desnucándolos. 

PETA investigó en 19 diferentes establos de esquilado en Australia y documentaron a 70 trabajadores maltratando a las ovejas. Según refiere la entidad estos empleados esquilan un promedio de 4 millones de ovejas al año.

En Estados Unidos fueron detectados 14 ranchos con el mismo problema. Allá se esquila un aproximado de 3.7 millones de ovejas.

De acuerdo con la entidad en mención, a los esquiladores se les paga por volumen, no por hora, eso les hace trabajar rápido y violento. Los investigadores de PETA señalaron no ver ningún veterinario para auxiliar a los animales, ni antes, durante o después de la esquila.

Además, resalta que a estos animales no se les dan analgésicos al momento de introducirles las agujas para coserles las heridas habiertas a causa del maltrato.  "A las ovejas heridas y no rentables se les disparó a la vista de las demás ovejas e incluso de les masacró", describe la investigación.

Las ovejas corren el riesgo de padecer miasis, una infección en la piel causada por las larvas de una mosca que deposita sus huevos en las arrugas de la piel sudorosa de las ovejas.

Con el fin de reducir gastos, en vez de darles un medicamento apropiado, éstos animales son sometidos a un proceso llamado "mulesing", un corte realizado, sin anestesia, en la zona que rodea al ano, para que las moscas depositen allí sus larvas y no se perjudique el resto de la lana. Así lo describe la entidad Anima Naturalis denunciando la poca importancia que le dan los exportadores de lana ante esas prácticas.

Las ovejas, generalmente son esquiladas cada año y reciben el mismo tratamiento. No obstante, existen métodos mas amigables como el esquilado tradicional y ecológico, el cual se realiza con una tijera especial, a una velocidad moderada, sin golpes y se les deja una cantidad de pelo para que puedan soportar el frío. Además de darles una vida digna y alimento apropiado. Obviamente esto es más oneroso.

Aquí los videos. Se advierte que el contenido es impactante y puede afectar a personas sensibles.



Otros animales proveedores de lana también explotados

El cachemir está hecho del pelo de cabras de Cachemira. Las que tienen el pelo “defectuoso” son matadas antes de los dos años de edad. La industria espera que los granjeros maten entre 50 y 80% de las cabras que no cumplen con los estándares requeridos, detalla Anima Narutalis.

A los conejos de angora  se les ata  a una tabla mientras se les corta el pelo y se van algunos trozos de piel. Sus patas son delicadas y al tenerlas forzadas  con alambre les causa úlceras y llagas. Los machos tienen 75 u 80 por ciento menos pelo que las hembras, y por eso muchos de los granjeros los matan al nacer.

La alpaca tampoco se libra de los maltatos, pero el caso del antí­lope tibetano o chiru es peor, según la orgnanización antes citada. Al parecer es una especie en peligro de extinción y su pelo se usa para hacer chales. El chiru no puede domesticarse y ha de matarse para obtener su lana. Desde 1975 es ilegal poseerlo o venderlo y por ello su venta en el mercado negro puede alcanzar los 15.000 euros. 

En todo el mundo se explotan más de mil millones de animales para obtener su lana. Alrededor del 40% se obtiene de ovejas merinas y un 43% de variedades cruzadas. El 17% restante procede en su mayorí­a de variedades especiales de oveja y otros animales tales como el camello, la alpaca, las cabras de Angora, Cachemira y Mohair, la llama, la vicuña, el yak y el guanaco, refieren las organizaciones nombradas.

La Peletería: la otra cara

De acuerdo con PETA los animales en las granjas peleteras son confinados en estrechas y sucias jaulas de alambre. Los granjeros utilizan los métodos de matanza más baratos como asfixia, electrocución, gaseado y envenenamiento. 

Refiere que la mayoría del cuero proviene de India y China, donde a los animales se les cortan los cuellos y se les arranca la piel mientras están vivos. En India, según una investigación de PETA se descubrió que a las vacas se les rompían las colas y se les frotaban los ojos con chiles y tabaco para que caminaran después de colapsar, mientras viajaban largas distancias hacia el matadero.

Las serpientes y los lagartos también son despellejados vivos, ésto debido a la creencia que arrancar la piel al animal vivo hace que ésta sea más dúctil, indica PETA. 

Asimismo, denuncia que "las cabras bebé son hervidas vivas para hacer guantes, y las pieles de los terneros y corderos que no nacieron (algunos abortados a propósito, otros sacados de vacas y ovejas preñadas que fueron matadas) son consideradas particularmente “lujosas”."

Cada año 20 millones de animales son capturados con trampas y 40 millones son criados en granjas para un lujo innecesario, según las asociaciones que luchan por los derechos de los animales. 

Por su parte, las empresas peleteras abogan por la utilidad de estas prendas por la necesidad de resguardarse del frío. No obstante, es necesario considerar métodos más prudentes para satisfacer las necesidades de los humanos y que la balanza no quede en desventaja para la fauna mundial.

En esta fotografía de Ica Animalista se puede apreciar la cantidad de animales apilados, sin considerar la contaminación ambiental y el foco de bacterias que genera, aparte del acto cuestionable sobre el proceso del despellejado.